jueves, 9 de febrero de 2017

Cápsula Bíblica 2181

Después de 40 años de errar por el desierto, el pueblo hebreo llegó finalmente a la frontera oriental de Canán. Allí fue donde murió Moisés. Por un breve instante, su fe flaqueó y no fue juzgado digno de entrar en la tierra prometida. El libro del Deuteronomio intenta referirnos sus últimos discursos, sus advertencias y su testamento espiritual. Después de recordar los acontecimientos recientes, Moisés sacó de ellos algunas lecciones esenciales: El Señor, que ama a los suyos, les abre el camino de la vida. Pero ¿sabrá seguirle el pueblo respondiendo al amor de su Dios y guardando su ley? Por desgracia, Moisés no pudo menos que prever la infidelidad de los suyos. El Señor, por su parte, es siempre fiel y no abandonó al pueblo de su propiedad.

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