domingo, 31 de julio de 2016

«EL SILENCIO DE MARÍA»... Un libro mariano de siempre

Centrado en el tema del silencio, el tan recordado y leído sacerdote franciscano Ignacio Larrañaga, presenta la figura de María de una forma muy convincente y fiel a las fuentes del Evangelio en el libro que esta semana les invito a leer. La obra, convertida ya en un clásico de la espiritualidad del siglo XX, como otros de sus libros,  tiene una prosa única de Larrañaga, que hace vibrar al lector cautivado desde el inicio por el argumento y la forma de presentar una verdadera semblanza espiritual de la Madre del Salvador.

En este libro, escrito ya hace bastantes años, el Padre Ignacio Larrañaga nos hace descubrir a la mujer de fe, a la pobre de Dios, a la señora de sí misma, de admirable y envidiable entereza, tan llena de silencio y dignidad en la persona de María. El hilo conductor de la meditación —porque eso es el libro— que él realiza sobre María es su maternidad y su fidelidad al designio de Dios en la oscuridad y el silencio, en la pobreza y la humildad. En este texto elaborado y fluido, escrito al ritmo del corazón, se destaca la seriedad y claridad del discurso, siempre enmarcado en lo experiencial y vivencial.

De alguna manera, Larrañaga proyecta en el itinerario de María hacia Dios su propia intimidad humana y espiritual, su propia memoria o experiencia personal de María, revistiéndola de una calidez y una connaturalidad en su proceso de comprensión y asimilación del misterio. María, en este libro, es el paradigma del silencio de Dios, más misteriosamente silencioso y gratuito cuanto más íntimamente sentido. 

"Todo lo definitivo —dice el autor— lleva el sello del silencio" que abre espacios de libertad, de disponibilidad, de receptividad. Y por eso Larrañaga eligió este título:  «EL SILENCIO DE MARÍA», para definir su concepción de María en la historia de la salvación; porque ella es la gran silenciosa en los textos sagrados; y lo es, además, por su plenitud espiritual y su directa vinculación con el misterio. "Cuando digo silencio de María —afirma el autor— quiero decir profundidad, plenitud, fecundidad, dominio de sí misma, madurez humana, y lo que lo sintetiza todo: humildad y fidelidad". 

Cierto que solo conocemos de la Santísima Virgen María lo que nos transmiten los relatos de la infancia de Jesús en el Evangelio, y un poquitito más por la tradición; y ella está ahí y en todo lo demás en función de su Hijo, o en razón de su maternidad. Así como está —afirma el autor— es perfecta , no hay que agregarle nada más. Pero, de una forma muy sencilla y a la vez profunda, Ignacio Larrañaga nos ayuda a situar a la Virgen en su verdadera perspectiva, la de la mujer de fe y la peregrinatio fidei, como lo hizo el Concilio Vaticano II, el camino que se va haciendo, el desierto, la noche oscura, el silencio y la obediencia como una mujer del pueblo, la hija de Sión, que no hizo otra cosa que permitir que avanzara a través de ella la gloria de Dios.

¿Qué influencia habrá tenido María en la vida de Jesús?¿Qué rol habrá jugado María en los primeros años de la Iglesia una vez que Jesús ya había resucitado y ascendido al cielo? Estos son algunos de los cuestionamientos que Larrañaga se plantea y que presenta con gran categoría, delicadeza y detalle. A mi juicio, después e haberlo leído varias veces, este es un libro fantástico que brinda una imagen muy completa de la Santísima Virgen María que hace aumentar el amor por Ella para llegar más fácil a Jesús. ¡Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús! ¡Vamos María!



Ignacio Larrañaga,
"El silencio de María",
Ed. San Pablo
México
247 páginas.

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