sábado, 31 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 928

El período de los orígenes cristianos es mucho más breve que el del pueblo judío. El Nuevo Testamento abrca mucho menos tiempo que todo el Antiguo. Abraza el primer siglo de nuestra era, o un poco más. 

Confianza y esperanza en el Señor...

"Pero Macabeo no dejaba de confiar, lleno de esperanza, en que el Señor les ayudaría" (2 Mac 15,7).

viernes, 30 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 927

El hebreo era el idioma de los cananeos y, hasta el exilio babilónico, también de los israelitas. Después fue siendo sustituido por a poco por el arameo, que era muy semejante. El idioma que hablaba Jesús era el arameo. En la tierra de Israel el hebreo siguió siendo usado en el culto y en los escritos, inclusive bíblicos. Casi todo el Antiguo Testamento fue escrito en hebreo (en arameo solamente algunos pasajes: Jer 10, 11; Dan 2, 4b-7; Esd 4, 8; 6, 18 y 7, 12-26; en griego 2M y Sab). 

Hospitalidad...

"Le dijo entonces el otro: «ven conmigo a casa para tomar algún alimento» (1 Re 13,15).

jueves, 29 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 926

La lectura de la Biblia nos ayuda a comprender el significado de muchas cosas. Como ejemplo podemos citar "la corona", como símbolo de dignidad y de majestad. Antiguamente, según vemos en la misma Biblia, el premio de algunas competencias y hazañas era una corona, por eso se convirtió para nosotros en signo de victoria y de premio y cuando hablamos de alcanzar el cielo o de crecer en santidad y perseverar hasta el final, decimos que queremos ganar la corona.

El agua de la vida...

"¡Ya está! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida" (Ap 21,6).

miércoles, 28 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 925

Leyendo el capítulo 25 del Éxodo (Ex 25,31-39), nos encontramos con el CANDELERO DE SIETE BRAZOS que está muy relacionado con las ceremonias judías. Se trata de un candelabro con un brazo central y tres a cada lado, como si fueran gajos curvos de un árbol. Lo alimentaba el aceite de olivo y tenía que estar encendido día y noche, en el Templo. Un candelabro así ya era conocido fuera de Israel; era símbolo del árbol del mundo o de la vida. En Zac 4, 2-5.10 tenemos una explicación amplia del mismo: las luces son los ojos de Dios; 7 es el número de la perfección. Es decir, Dios ve todo lo que pasa en el mundo. Este candelabro se convirtió en símbolo del judaísmo, como la cruz es símbolo de nosotros cristianos. 

Iluminar a los demás...

"Nadie esconde la luz que se enciende, ni la pone debajo de un cajón, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz". (Lc 11,33).

martes, 27 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 924

«APOCALIPSIS» es el nombre del último libro de la Biblia. Apocalipsis, en griego, quiere decir revelación, o sea manifestación, explicación. Este libro, escrito en época de persecución contra los cristianos, desenmascara a los opresores y quiere dar valor y coraje a los oprimidos. Aunque está escrito en un lenguiaje complicado que hay que decifrar, debido a que los números encierran en él un profundo significado, nos ayuda mucho a ver cómo Dios muestra a los hombres el sentido de la historia humana, con sus luchas y victorias, y también la posición de la comunidad cristiana delante de los desafíos de la historia. Este estilo "adornado" del Apocalipsis tiene mucho clima de misterio, deandonos claro que no todo lo de Dios lo podemos conocer plenamente. Este escrito tiene una manera apropiada para tratar temas que nadie puede expresar con exactitud, objetividad y claridad completa. Se tiene la impresión de que el Apocalipsis sólo describe el fin del mundo; en realidad, este es un modo concreto de comunicar a los oprimidos de todos los tiempos que “al final todo estará bien “, pues Dios vela por su pueblo. 

Dios cuida de todos...

"Los sustentaste por cuarenta años en el desierto, y nada les faltó, y no se envejecieron sus vestidos, ni se hincharon sus pies" (Neh 9,21).

lunes, 26 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 923

En la Biblia es común encontrar el término «AGUA» no solo para refereirse a este líquido vitall, sino también como símbolo de la vida y de todo lo que la hace crecer.

Un consejo...

"No hagas nada sin consejo, y después de hecho no tendrás que arrepentirte" (Eclo 32,23).

domingo, 25 de agosto de 2013

«El Llano en llamas»... Una obra maestra del Juan Rulfo

«El Llano en llamas» es un título de más que conocido entre los libros del popular escritor mexicano Juan Rulfo —cuyo nombre consignado en el acta de nacimiento es Juan Nepomuceno Carlos Pérez Vizcaíno—. Una recopilación de cuentos que en su primera edición, en el año de 1953, estaba compuesta por quince relatos, algunos de ellos publicados antes en algunas revistas de la época. A partir de 1970, fecha de la segunda edición, revisada por el autor, se añaden dos cuentos más, haciendo un total de diecisiete relatos que conforman la versión definitiva. Este año se cumplen 60 años de su primera publicación y quiero invitar a mis siete seguidores a leer o a volver a leer estos relatos.

Varios de los cuentos que desdobla Juan Rulfo en esta magnífica obra literaria, se desarrollan en el poblado de Comala, un lugarcito del estado de Colima, México, escenario también de su novela Pedro Páramo, de la que seguramente hablaré en otra ocasión y que fue publicada dos años después que estos cuentos. El paisaje que Rulfo nos describe es siempre seco y árido, y en él vive gente solitaria, silenciosa y miserable, campesinos mexicanos que sobreviven sin esperanza tras el fracaso de la Revolución mexicana.

Algunos de los cuentos que forman el libro pueden situarse históricamente en la época de la Revolución de 1910 y la Cristiada, como el que da título al libro y “La noche que lo dejaron solo”, o en el período inmediatamente posterior a estas, como “Paso del Norte”, que trata de la emigración de los campesinos mexicanos a Estados Unidos huyendo de la miseria, o “Nos han dado la tierra”, sobre las consecuencias de la Reforma Agraria.

Esta obra puede clasificarse dentro del realismo mágico, ya que Rulfo recrea un ambiente a lo largo de los cuentos con seres que viven en un estado de magia. El presente para ellos es trágico y la nostalgia del pasado y el recuerdo es una constante. El autor logró retratar la problemática del campo y la provincia jaliscienses utilizando un lenguaje popular en una narración, en su mayor parte, en la voz de los personajes o en tercera persona. Si bien la narrativa de Juan Rulfo se caracterizó por expresar la realidad del hombre mexicano, su drama existencial concreto y producto de su historia, no hizo un relato de los hechos de la Revolución, ni una literatura panfletaria, sino que en la mayoría de sus obras, planteó un conflicto subjetivo con raíces en la historia mexicana. 

Rulfo situó sus cuentos —los de este libro y muchos otros más— indistintamente dentro de la Revolución o fuera de ella. No narró la Revolución sino que mostró hombres, mexicanos concretamente, que eran el resultado de la historia de México. Los hizo transitar escenarios realistas, pero con un carácter de símbolo de esa misma historia. Por esta razón en su literatura el «aquí» y el «allá» se mezclan en un espacio indefinido, y el pasado y el presente parecen ser uno en su obra. 

El tema más importante de la obra y lo que aparece en cada cuento es la miseria de la tierra: La miseria de la tierra es como un telón de fondo en donde se desarrolla la narración. El hombre aparece sin esperanzas, triste e incapaz de luchar por mejorar su situación, de manera que la obra es además una crítica social. La religión juega un papel muy importante en los cuentos: Muchas veces es mezclada con supersticiones o creencias populares. En las diferentes historias se deja ver que los clérigos, ocupados en otros asuntos, niegan el apoyo a los más necesitados. Los relatos muestran la soledad del pueblo mexicano y la incomunicación: Todo parece estar detenido: el tiempo, las cosas, los hombres. Las ideas se repiten constantemente, igual que las frases. No hay posibilidad de comunicación, el presente es incierto, no hay expectativas de futuro y la vida propia ajena no tiene valor. Casi todos los cuentos del libro giran en torno a un hecho sangriento y, aunque por momentos los personajes parecieran tener esperanzas, estas se pierden. La muerte y la violencia son partes de la vida cotidiana, retratando así la situación que, por años, ha sido parte del devenir de la cultura mexicana. El uso indistinto de los adverbios y la imprecisión temporal convierten al pasado en un presente continuo. En vez de representar cierta realidad de manera mimética, Rulfo procede a la mitificación de las situaciones, los tipos y el lenguaje del campo mexicano, proyectando así la ambigüedad de la cultura mexicana. El autor logró retratar la problemática del ser y quehacer del mexicano, a través de un realismo mágico que autores como Jorge Luis Borges y García Márquez le reconocen ampliamente. 

Ahora, para comprender mejor el estilo del libro de esta semana, viendo su génesis, quisiera —aunque parezca largo y cansado— hacer un recorrido por las épocas de la vida del autor. Por supuesto, quien guste, puede omitir todo esto y pasar directamente a la lectura de «El Llano en Llamas» en papel o en la edición digital en el enlace que propongo.

El 30 junio de 1945 la revista América publicó el primer texto que de Juan Rulfo (1917-1986) se conoce: el relato “La vida no es muy seria en sus cosas”. Él acababa de cumplir en aquel entonces 28 años. Así se inició, editorialmente, una de las carreras literarias más extrañas y sorprendentes de la literatura hispanoamericana. Pero su gestación como escritor comenzó en el verano de 1932. Juan quiso ingresar a la Universidad de Guadalajara, pero una larga huelga —que se prolongó por más de dos años— le llevó al Seminario Conciliar de San José, en Guadalajara: el escritor señaló “No me gusta el seminario, no quiero ser padre, pero me voy porque quiero recorrer el mundo”. Durante el verano de 1933 pasó a tercer año, el siguiente año reprobó latín; no quiso presentar el examen extraordinario y dejó el seminario en agosto de 1934.

En 1933 había realizado su primer viaje a la ciudad de México, y volvió entre el verano y otoño de 1935. Persuadido por un tío ingresó al colegio militar. El compositor Blas Galindo (1910-1993), nacido como Rulfo en San Gabriel, recordaba: “Una vez, ya de joven, regresó vestido de militar; traía su espadín y todo eso...”. Pocas semanas después desertó. La presencia indeleble de la violencia de la guerra cristera, pero sobre todo del asesinato de su padre a manos de un peón, fueron motivos que lo alejaron de la milicia. En diciembre de ese año el subsecretario de Guerra y Marina, general Manuel Ávila Camacho, recomendó al joven Pérez Vizcaíno con el jefe de Migración de Gobernación y al mes siguiente, el futuro escritor recibía su primer nombramiento en esta Secretaría, como “Oficial Quinto”. Al mismo tiempo intentó estudiar leyes en San Ildefonso. No lo consiguió. Tampoco pudo ingresar como alumno a Filosofía y Letras de la UNAM, pero asistió como oyente a ambas carreras. Sus certificados académicos fueron insuficientes y no eran —al igual que ahora y no sé por qué— reconocidos los estudios del seminario. Esos fueron, sin embargo, tiempos de grandes proyectos para el joven jalisciense, aunque nos los compartía con nadie; la timidez, la reserva y la pesadumbre siempre le siguieron.

Entre 1936 y 1946 Rulfo laboró en la Secretaría de Gobernación, en medio de muchos cambios de adscripción y no pocos viajes; ahí conoció a Efrén Hernández (1904-1958) que se convertirá en mentor, amigo y único lector de sus borradores. En este lapso se gestó toda su obra y empezó a publicarla en América y Pan. La austeridad y una salud frágil signaron estos primeros años de Rulfo en Gobernación en cuyas oficinas empezó a escribir —entre 1936 y 1937— “El hijo del desaliento”, esa novela fallida de la cual sólo quedó el fragmento “Un pedazo de noche”.

La revista Pan de Guadalajara —hecha por Juan José Arreola y Antonio Alatorre— en sus ocho meses de existencia le publicó a Rulfo “Nos han dado la tierra” (núm. 2) y “Macario” (núm. 6) en julio y noviembre de 1945. La relación que el escritor de tuvo con América, de cuyo consejo de colaboradores formó parte, fue prolongada y sólida. Efrén Hernández lo estimuló y auguró los alcances de su talento. En junio de 1946 (núm. 48) esta revista publicó el primer texto crítico sobre Rulfo, escrito por su director, Marco Antonio Millán, que anotaba: “Juan Rulfo se ha distinguido desde sus primeras letras publicadas, por una fresca sencillez soleada de tierra provechosamente llovida y por una hondura de visión poco comunes en nuestro medio literario, dentro del cual habrá de ocupar tarde o temprano el puesto que le van ganando sus pensamientos”. Y en diciembre de 1950, además de “El Llano en llamas”, aparece una nota anónima elogiosa sobre Juan Rulfo, hablando de la calidad de su obra y sus proyectos: “...cuya calidad empiezan a reconocer ya tirios y troyanos, no está conforme con ser considerado el que mejor de los cuentistas jóvenes ha penetrado el corazón del campesino de México. Ahora aspira a realizar una novela grande, con una compleja trama sicológica y un verdadero alarde de dominio de la forma, a la usanza de los maestros norteamericanos contemporáneos. Mientras realiza tal empresa estará imprimiéndose en nuestros talleres un volumen que recoge con algunos nuevos, los cuentos suyos publicados en estas páginas desde hace cuatro años”.

Se sabe que Efrén Hernández sacó del basurero textos que ahora son clásicos; el mismo cuentista, editor y librero escribió en febrero de 1948 con el seudónimo de Till Ealling: “Nadie supiera nada acerca de sus inéditos empeños, si yo no, un día, pienso que por ventura, adivinara en su traza externa algo de lo que delataba; y no lo instara hasta con terquedad, primero, a que me confesase su vocación, enseguida, a que mostrara sus trabajos y a la postre, a no seguir destruyendo. Sin mí, lo apunto con satisfacción, “La Cuesta de las Comadres”, habría ido a parar al cesto. No obsta, la ofrezco como ejemplo. Inmediatamente se verá que no es mucho lo que dentro del género se ha dado en nuestras letras de tan sincero aliento.”

En junio de 1951 se publicó en el número 66 “¡Diles que no me maten!” y concluyó, así, la serie de cuentos publicados en Pan y América, antes de reunirse en «El Llano en llamas». La aparición de los cuentos nos deja ver la pausada constancia del escritor; al mismo tiempo que iniciaba los bosquejos de nuevos textos moldeaba y pulía los ya terminados.

Los cuentos publicados en América suman ocho, aunque el primero, “La vida no es muy seria en sus cosas”, no se incluye en «El Llano en llamas»; este libro contiene en su primera edición —además de los relatos publicados en Pan y en América— los siguientes: “El hombre” (cuyo título original fue “Donde el río da vueltas”), “En la madrugada”, “Luvina”, “La noche que lo dejaron solo”, “Acuérdate”, “No oyes ladrar los perros”, “Paso del Norte” y “Anacleto Morones”, nunca publicados antes en periódicos o revistas.

Una cosa más que quiero añadir en esta larga introducción: en Juan Rulfo, el arte del silencio es un dato significativo y en los primero relatos deja que las imágenes hablen. Todos los textos que Rulfo publicó en América, los acompaña de fotografías tomadas por él mismo, hasta que se reúnen en un libro, pues le encantaba la fotografía. Desde entonces el escritor y el fotógrafo, que son la misma persona, no vuelven a compartir sus espacios en textos de ficción. Para Rulfo la fotografía es sólo una afición; claro, tampoco se consideró un escritor profesional (en 1959 le dijo a José Emilio Pacheco, “El oficio es para los carpinteros. Si el escritor lo adquiere ganara en artesanía lo que pierde autenticidad”). Fotografiar para Rulfo era poner el punto final a un relato. Para él las imágenes forman parte del texto, no lo ilustran. Las imágenes en Rulfo llegaban para ocupar los espacios blancos del recuerdo, ese lugar donde hasta la palabra se convierte en ruido o desaparece en un fugaz pasado. La inserción de fotografías en sus relatos, suspenden el fluir del relato, crean hiatos de lectura.

Sobre el proceso de creación de este, su primer libro, Juan Rulfo señaló a Elena Poniatowska en 1980 que desde la década de los cuarenta “ya tenía yo escritos la mayoría de los cuentos y otros más que nunca aparecieron ni aparecerán jamás porque escribí cerca de cuarenta o cincuenta cuentos pero los que entregué al Centro Mexicano de Escritores fueron quince cuentos, menos de la mitad...”

«El Llano en llamas», en su primera edición, se terminó de imprimir el 18 de septiembre de 1953 (número 11 de la Colección Letras Mexicanas), con viñeta de Elvira Gascón. Los textos incluidos en la primera edición son: “Macario”, “Nos han dado la tierra”, “la Cuesta de las Comadres”, “Es que somos muy pobres”, “El hombre”, “En la madrugada”, “Talpa”, “El Llano en llamas”, “¡Diles que no me maten!”, “Luvina”, “La noche que lo dejaron solo”, “Acuérdate”, “No oyes ladrar los perros”, “Paso del Norte”, y “Anacleto Morones”.

En 1955 se publican “El día del derrumbe” (México en la Cultura, núm. 334) y “La herencia de Matilde Arcángel” (Cuadernos Médicos, núm. 5); Metáfora también lo publica (núm. 4) con el título “La presencia de Matilde Arcángel”. Estos dos cuentos se agregaron a partir de la novena reimpresión —de la colección Popular del Fondo de Cultura Económica— de 1970, edición en la cual se suprimió “Paso del Norte”. Este cuento reapareció en la colección Tezontle en 1980 (que coincidió con el Homenaje Nacional que el gobierno mexicano tributó al escritor), aunque se le suprimieron 17 líneas. Ya en 1977 se publicó en la edición de Biblioteca Ayacucho, pero en esta edición fueron 39 las líneas que desaparecieron, respecto de la primera edición.

Habrá que preguntarse si “Paso del Norte” no convenció estilísticamente a su autor; si al final deseaba desaparecer cualquier vestigio que vinculara, en su ficción, a la capital del país con la provincia, o si sólo quiso evitar posibles repercusiones políticas. El dolor que le dejó la guerra y la muerte agitada e intempestiva del padre y muchos parientes, lo volvió cauteloso ante la Iglesia y el Estado. Es explicable si recordamos que en su propia familia había cristeros y anticristeros. 

Durante más de tres décadas «El Llano en llamas» se inició con “Macario”, pero en la revisión de 1979 se cambió el orden de los cuentos. Rulfo se propuso un orden cronológico, no de publicación sino de escritura. En fin, los cambios que han tenido los cuentos no han sido pocos: en los manuscritos; en las publicaciones periódicas y después en las distintas ediciones del Fondo de Cultura (la última fue en 1996, una edición facsimilar de la primera), sin contar las erratas y los cambios de puntuación que los correctores hicieron en la primera edición y las sucesivas reimpresiones. Además de todas las variantes de las ediciones extranjeras; por ejemplo Planeta de España cambió palabras al español peninsular. Las ediciones críticas conocidas son la de la colección Archivos, de la Unesco, la de Cátedra. Y la Fundación Juan Rulfo publicó, lo que han llamado la edición “definitiva”, de Plaza y Janés (del Grupo Random House-Mondadori, que publica en los sellos Sudamérica en América del Sur y Debate para España), de la cual circula profusamente en México la edición de Biblioteca Escolar (su primera edición es de 2000 y en marzo de 2003 apareció la quinta reimpresión). En 1979 Rulfo mismo realizó, si no la única, sí la última revisión sus cuentos y su novela. 


Algunas ilustraciones de diversas ediciones del libro:


Jachaturián, Khachaturian o Khatchatourian... «LA DANZA DEL SABLE»

Aram Ilich Jachaturián, (1903-1978) fue un compositor soviético de origen armenio cuya música ha trascendido fronteras. Su nombre en armenio es Արամ Խաչատրյան, y en ruso Аpaм Ильич Xaчaтypян; por eso frecuentemente se cita en textos españoles con su apellido transcrito al modo sajón, Khachaturian, o en francés, Khatchatourian.

Aram fue el más pequeño de cinco hermanos y empezó a desarrollar su gusto por la música oyendo canturrear a su madre y escuchando a los músicos callejeros. A los once años acudió, por vez primera, a una representación de ópera que le produjo un gran impacto y lo dejó fascinado. En 1921, mientras estudiaba algo de economía, aceptó la invitación de uno de sus hermanos que residía en Moscú y allí continuó sus estudios en la universidad. Pese a sus escasos conocimientos de solfeo y piano, demostró tener tanto talento musical que fue admitido en el Instituto Gnésiny donde estudió violonchelo comenzando clases de composición en 1925. En 1929 se trasladó al Conservatorio de Moscú. Junto con Prokófiev y Shostakóvich, forma lo que se conoce como los «titanes» de la música soviética, disfrutando de reputación mundial como destacados compositores del siglo XX.

Jachaturián fue el primer compositor que integró la música moderna y el ballet clásico. Estaba convencido de que el público debía sentir las mismas emociones y sensaciones que los bailarines trataban de transmitir. Su temperamento, así como su talento musical se ponen de manifiesto en obras tan célebres como el ballet "Espartaco", el "Poema a Stalin" y "Gayaneh" (1942) que incluye la famosa «Danza del sable», que es la obra que invito en especial a escuchar esta semana.

La «Danza del sable» es un movimiento del acto final de este ballet, que evoca una danza de espadas armenia en la que los danzantes muestran su habilidad con los sables. Su sección central incorpora una canción tradicional armenia. Dado su ritmo vivo, esta obra, especialmente con su reconocible ostinato y su popular melodía se han convertido en una popular pieza concertante.

El ballet, del que esta «Danza del sable» forma parte, está ambientado en la tierra natal del compositor, Armenia, una de las ex-repúblicas socialistas soviéticas. Contiene temas populares de su folclore, con el objetivo de hacer una música comprensible para todos los públicos. La «Danza del sable» destaca en la composición por su ritmo vitalista y por la alternancia, en pocos minutos, de un tema rítmico y otro melódico, en un tiempo rápido y de gran brillantez.

Dotado de un excelente sentido melódico, Jachaturián destacó, sobre todo, por sus composiciones para ballet y por su sentido de la orquestación, lleno de colorido, melodioso, sensual y lírico. Autor de más de cuarenta obras para teatro y cine, Khachaturian es también el autor del Himno Nacional Armenio. ¡Disfruten la «Danza del sable» en algunas de sus muy variadas versiones!






Cápsula Bíblica 922

Suele afirmarse que las cartas católicas que están en el Nuevo Testamento, no tienen, como lo tenían las de Pablo, una motivación concreta que las origine. Se trata, pues, de una carta válida para múltiples destinatarios en tiempo y espacio, de manera que es fácil encontrarlas actuales y dirigidas a nosotros, como la carta de Santiago. Vale la pena llerla y meditarla varias veces para darse cuenta de que la Palabra de Dios es viva y eficàz, como afirma la misma Escritura.

Recibir la Palabra...

"Por esto, deponiendo toda sordidez y todo resto de maldad, reciban con mansedumbre la palabra injerta en ustedes capaz de salvar sus almas" (St 1,21).

sábado, 24 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 921

Todavía, en los tiempos en que fueron escritos los últimos manuscritos de la Biblia, la escritura resultaba algo bastante trabajoso, a causa de lo imperfecto de los materiales, por lo que solía ser ocupación de esclavos. Por eso se ve que san Pablo se sirvió de amanuenses, como puede entenderse al leer sus escritos. Sin duda que en todo aquello se invirtieron muchas horas. ¡Bien vale la pena meditar en lo maravilloso que resulta invertir el tiempo en cosas que valen l pena y dejan huella!

El tesoro escondido...

"Es semejante el reino de los cielos a un tesoro escondido en un campo, que quien lo encuentra lo oculta y, lleno de alegría, va vende cuanto tiene y compra aquel campo" (Mt 13,44).

viernes, 23 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 920

Los evangelios, aunque son documentos históricos, no son, sin embargo una biografía de Jesús. Claramente, cuando uno empieza a leerlos, se ve que no es eso lo que pretenden: quedan muchos aspectos y períodos de la vida de nuestro Señor sin historiar, y los datos de su vida pública tampoco se nos ofrecen en un orden cronológico. Son ante todo, testimonios de fe, el anuncio hecho por creyentes de una buena noticia que ellos quieren comunicar a otros.

No hay otro Dios como Tú, Señor...

"«Yahvé, Dios de Israel, no hay Dios semejante a Ti, ni en el cielo ni en la tierra; Tú guardas la alianza y la misericordia  a tus siervos que andan delante de Ti con todo su corazón»" (2 Cro 6,14).

jueves, 22 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 919

Cuando nosotros vemos o escuchamos la palabra «evangelio» enseguida pensamos en los evangelios escritos; sin embargo, no es eso lo principal, ya que hubiera podido suceder que los evangelios no hubieran sido escritos; lo principal es que en ellos está «Alguien», la persona de Jesús y en ellos está contenida la acción salvadora por él realizada en favor de la humanidad; esto es el «evangelio», la «buena noticia».

Bendito sea el Señor y sus ángeles...

"Y, llorando, dijo: «Bendito tú, ¡oh Dios!, y bendito sea tu nombre por los siglos, y benditos también todos tus santos ángeles» (Tb 11,14).

miércoles, 21 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 918

La leyenda del diluvio es algo que además de estar en la Biblia, aparece también en algunas narraciones babilónicas y, sin duda, hace referencia a inundaciones catastróficas de los ríos Tigris y Eúfrates que recibían un carácter de cataclismo universal. En este relato bíblico encontramos una intención didáctico-religiosa que quiere dejar claras unas cuantas verdades: La universalidad del pecado, aunque siempre hay excepción; Dios no destruye del todo, conserva lo bueno siempre; el bien termina sobreponiéndose al mal. Para el pueblo judío en el destierro se encierra una enseñanza clara: El pueblo sufre las consecuencias de su pecado; el destierro es como un diluvio purificador; pero Dios no abandonará definitivamente a su pueblo; lo mismo que después del diluvio, también después del destierro habrá una nueva vida, una nueva prosperidad del pueblo judío.

Él espera nuestros frutos...

"Será como árbol plantado a la vera del arroyo, que a su tiempo da su fruto, cuyas hojas no se marchitan. Cuanto emprenda, tendrá buen suceso" (Sal 1,3).

martes, 20 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 917

En la Biblia hay muchas cosas interesantes como esta: Adán y Eva no son nombres propios sino comunes; en hebreo «adán» significa "el hombre", y «eva» quiere decir "la vida". Decir que Dios creó a Adán es decir que Dios creó al hombre, a la humanidad.

Perseverar...

"Todos marchaban de frente, a donde les impelía el espíritu, sin volverse para atrás" (Ez 1,12).

lunes, 19 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 916

Leyendo la Biblia, el creyente aumenta su amor a la vida, la promueve y la defiende, ya que en la Sagrada Escritura Dios se presenta siempre el Señor de la vida y se puede ver con claridad que la vida sólo existe por él y todo lo que tiene vida la tiene por él.

El reino de Dios está cerca...

"Y en su camino prediquen diciendo: el reino de Dios se acerca" (Mt 10,7).

domingo, 18 de agosto de 2013

«EL MANUSCRITO DEL PURGATORIO»... Un libro para animarse a ser santos

Uno de estos días calurosos del verano que he pasado en California, una de nuestras hermanas religiosas, Sister Edelmira, me regaló un pequeño librito titulado «EL MANUSCRITO DEL PURGATORIO», lo empecé a leer casi de inmediato y lo he estado saboreando tomando párrafos de aquí y de allá.

Quiero invitar a mis seis lectores a echarle un vistazo, pues es un librito interesante en el que se contienen unas revelaciones hechas por una religiosa difunta que está en el purgatorio, a otra religiosa de su misma Orden y de la misma comunidad.

Las revelaciones comienzan en 1874, o al menos en ese año empezó a escribirlas la hermana destinataria de las mismas y a primera vista, al pensar en este tema, cualquiera pudiera pensar que se trata de escritos exagerados o que asustan. Nada más lejano a eso. Estas páginas, a mi juicio, encierran un precioso tratado de teología y mística, así como una guía para el camino espiritual de todo cristiano, y sobre todo para una persona consagrada. Son las advertencias que hace un alma que se halla en el Purgatorio y, por eso mismo, conoce de los intereses de Dios (las que Él le revela) más que cualquiera de nosotros. Y, por eso, por Voluntad de Dios, las comparte.

Es cierto que el Purgatorio es, en nuestra época, es una realidad bastante olvidada o «confundida y mal interpretada» en la vida del cristiano. Se habla poco de este tema, y si se habla es como si se hablara de una realidad que está ahí, pero que no dice mucho, ni significa apenas nada para muchos. Hay disquisiciones teológicas —como el asunto de las indulgencias ganadas por Internet— y opiniones y comentarios de tono más bien burlesco, olvidando que el purgatorio es un estado en el cual las almas de los difuntos pasan por un proceso de purificación para llegar a la santidad necesaria y entrar en la alegría del Cielo y que se trata de la oportunidad última que Dios da a las personas para que lleguen a la comunión plena con Él.

Leyendo este librito uno reafirma la enseñanza católica que considera que el ser humano, en la muerte, aún tiene una ocasión para purificarse y llegar al grado de santidad necesario para entrar en el Cielo. El purgatorio —tan bien descrito en estas revelaciones— es exactamente este estado en que las almas de los difuntos se purifican. El lector de esta obra puede ver con claridad que el purgatorio no es una cámara de tortura y no debe causar miedo. El purgatorio es una última oportunidad para la persona de hacerse plena y evolucionar hasta las últimas posibilidades de su ser.

Revelaciones privadas, como esta, pueden ayudar mucho, recordándonos que todo, absolutamente todo lo que hacemos o dejamos de hacer en esta vida tiene su eco en la Eternidad. ¡Gracias Sister Edelmira, por este regalo y por tu valioso testimonio de respuesta al amor de Dios en estos más de 50 años de vida consagrada!



Sor María de la Cruz,
"El manuscrito del purgatorio",
Ed. Persuasiva,
México 2013.
140 páginas.

GRIEG... Su concierto número uno para piano

Edvard Hagerup Grieg (1843-1907) fue un pianista y compositor noruego cuya obra más grande es su «Concierto para piano en La menor», la obra que esta semana quiero invitarles a escuchar, por cierto que, cuando estaba escribiendo esto estaba el padre Arturo Torres a mi lado y me dice: "Yo esa música la escuchaba desde que era niño, a mis papás les gustaba mucho" y le dije: ¡A quién no, si es fantástico! Así que se la dedico a él y a sus papás Arturo y Teresita. 

La producción principal de Edvard Grieg se encaminó mucho a componer danzas noruegas, música de fondo para acompañar piezas teatrales noruegas, movimientos aislados, conjuntos de piezas para piano breves, canciones y piezas corales breves, por eso este concierto es la obra más importante, en cuanto a su grandeza y hermosura.

Grieg fue descendiente de una familia de escoceses cuyo apellido original era "Greig". Edvard creció en un ambiente musical. Su madre, Gesine, fue su primera profesora de piano. Más tarde, en el verano boreal de 1858, Grieg conoció al legendario violinista Ole Bull, quien fue amigo de la familia y cuñado de Gesine. Bull es quien descubrió el talento de aquel muchacho de 15 años y convenció a sus padres de enviarle al conservatorio de Leipzig.

El joven ingresó entonces en el conservatorio especializándose en piano posteriormente y pronto encontró recompensa en los numerosos recitales y conciertos dados en Leipzig. Sintió bastante aversión a la disciplina impartida en el conservatorio, aun así, alcanzó muy buenos resultados en la mayoría de las áreas, con excepción del órgano, el cual era obligatorio para los estudiantes de piano. En la Primavera de 1860, contrajo una peligrosa enfermedad pulmonar. Un año después, hizo su debut como concertista de piano, en Karlshamn, Suecia. El año siguiente finalizó sus estudios en Leipzig y realizó su primer concierto en su ciudad natal de Bergen donde ejecutó algunas obras complejas técnicamente, incluyendo la sonata "Patética" de Beethoven.

En su época de estudiante pudo conocer y convivir con grandes compositores, entre ellos el compositor Noruego Rikard Nordraak, compositor del Himno nacional de Noruega. También vio a Franz Liszt en dos ocasiones en Copenhague.

El 11 de junio de 1867, Grieg contrajo matrimonio con su prima hermana Nina Hagerup y al año siguiente, nació Alejandra su única hija. En el verano siguiente, Grieg escribió este famoso «Concierto para piano en La menor».

En el verano boreal de 1869, mientras Grieg se encontraba de paso en Bergen, Alejandra enfermó de meningitis y posteriormente falleció, cuando tenía apenas 13 meses de edad. Una vez que Edvard y Nina se restablecieron medianamente de la pérdida, fueron a Roma incentivados por el gobierno noruego, y fueron invitados a una reunión con Liszt, quien expresó su aprecio por el Concierto para piano en la menor de Grieg. Liszt, hábil pianista, tocó la línea de piano y el arreglo de la parte orquestal, leyéndolos a primera vista y en tiempo real (lo cual es un enorme desafío musical y técnico). Posteriormente criticó constructivamente el trabajo de Edvard y le dijo: "Siga firme en su camino. En verdad le digo, usted tiene capacidad. Y sobre todo, no se deje intimidar". Esto fue un factor muy importante y alentador en la carrera de Grieg. Liszt escribió también un testimonial a los directores Noruegos, lo que condujo a Grieg a conseguir una beca.

Edvard Grieg falleció en el otoño de 1907, a los 64 años de edad, en el hospital de Bergen, víctima de una enfermedad crónica en uno de sus pulmones. El funeral condujo a miles de personas a las calles de su ciudad natal para honrarlo, y conforme a su deseo, la marcha fúnebre que había compuesto para Rikar Nordraak muchos años antes, fue interpretada con una orquestación de uno de sus amigos; también fue ejecutada en la ceremonia la marcha fúnebre compuesta por Fréderic Chopin. Sus cenizas y las de su esposa fueron sepultadas en una tumba de una montaña frente a un lago, situado cerca a su casa, llamada Troldhaugen.

El «Concierto para piano en La menor» es una de las pocas obras concertantes de Gireg y es el único concierto para piano y orquesta que llegó a finalizar. Uno de los puntos más fuertes del concierto reside en la belleza de sus temas. El intento de Grieg de desarrollarlos de acuerdo con los principios de la sonata le acarreó considerables dificultades. Uno puede escuchar, por ejemplo, en el primer movimiento, cómo la recapitulación es casi una nueva presentación literal de la exposicióndel tema. A Grieg le resultó de ayuda modelar el primer movimiento en base a una obra existente, el Concierto para Piano de Robert Schumann, también en La menor. Además Grieg, nunca satisfecho por completo con su concierto, continuó revisándolo hasta el último año de su vida, a pesar de las frecuentes presentaciones del mismo.Grieg, al estarlo componienco y revisando, luchó con la orquestación incluso más que con la estructura.

Además de las melodías, la escritura exquisita para piano contribuye a la belleza de esta música, particularmente en el movimiento lento. El autor conocía perfectamente bien su instrumento, había estudiado las obras para teclado de Chopin y de Schumann y habitualmente componía en el piano. Así que pudo imbuir de sensible lirismo incluso a los pasajes más ornamentados y figurativos. Al escuchar las carrerillas y arpegios menos rimbombantes, tenemos la sensación de que cada nota importa y que no es sólo un gesto. Esto es un logro impresionante, raro entre los conciertos para piano románticos, que le ha asegurado a este concierto un lugar de gran popularidad.

Quizás incluso más que en las melodías y en las figuraciones del piano, un atractivo especialísimo del concierto reside,para muchos, en sus armonías. Grieg tenía un maravilloso sentido de los acordes y de las progresiones coloridos, generosamente condimentados con disonancias. El más famoso, aunque no el más sutil, es el uso del séptimo grado menor de la escala (Sol natural) de los compases triunfantes del final, en La mayor. Fue este pasaje, más que ninguna otra cosa, lo que convenció a Liszt con respecto a la importancia del concierto. 

Los dejo con este maravilloso y conocidísimo concierto:



Cápsula Bíblica 915

Los libros de la Biblia se escribieron acerca de experiencias humanas para demostrar la presencia y el consejo de Dios, y nunca fue la intención de nadie el usar un lenguaje misterioso. La Biblia expresa la fe de personas imperfectas, muy parecidas a nosotros, personas que creen que Dios se interesa por ellas y actúa en sus vidas.

Anhelos de paz...

"Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús" (Flp 4,7).

sábado, 17 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 914

Al apreciar el valor de cada componente de la Palabra de Dios, en las Sagradas Escrituras llegamos a comprender el plan de Dios en su totalidad, como poco a poco se reveló a través de la historia de Israel y de la Iglesia de Cristo.

Sin fronteras...

"Me debo tanto a los griegos como a los bárbaros, tanto a los sabios como a los ignorantes" (Rm 1,14).

viernes, 16 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 913

Todos los que formamos parte de la Iglesia por el bautismo, sólo podemos entender el significado de la vida, de la muerte y de la glorificación de Jesús con la ayuda del Antiguo Testamento y bajo la mirada de María, laprimersa entre los creyentes.

Una pregunta...

"¿Contarás con él por su gran fuerza y le encomendarás tus labores?" (Job 39, 11)

jueves, 15 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 912

Los libros del Antiguo Testamento son esenciales para comprender la historia de la salvación, y no podemos comprender verdaderamente el Nuevo sin comprender el Antiguo.

Dichosa...

"Dichosa la que ha creído que se cumplirá lo que se le ha dicho de parte del Señor" (Lc 1,45).

miércoles, 14 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 911

Por medio de la Biblia no sólo aprendemos acerca de la relación que Dios tenía con las personas de otras épocas, sino que nos convertimos en parte de esa alianza.

Misericordia...

"Bendito Tú, que me has alegrado, no sucediendo lo que yo me temía, sino que has obrado con nosotros según tu gran misericordia" (Tb 8,16).

martes, 13 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 910

Dios, a través de Moisés, convirtió al pueblo de Israel en su propio pueblo y le reveló las condiciones de esa relación. La alianza se renovó muchas veces a lo largo de la historia por medio de los reyes y los profetas de Israel. Por último, Dios estableció la relación más completa posible con su pueblo cuando envió a su Hijo. Los detalles de esa elección han quedado consignado para nosotros —que también somos elegidos para convertirnos al amor de Dios— en las Sagradas Escrituras.

Firmeza...

"Pero ustedes, ¡manténganse firmes y no bajen la guardia, porque sus obras serán recompensadas!" (2 Cro 15,7).

lunes, 12 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 909

Leyendo el Antiguo Testamento podemos ver cómo Dios estableció la alianza con el pueblo hebreo y le reveló su presencia. Dios los escogió en un acto libre de amor para que fueran su pueblo, y ellos respondieron con fe y con amor en medio de luchas, caídas, infiddelidades, y en una constante conversión.

Dios bendice a quien lo ha dejado todo...

"Era Abram muy rico en ganados y en plata y oro" (Gn 13,2).

domingo, 11 de agosto de 2013

«El Evangelio del Zapatero»... Un relato fascinante en torno a Cristo

Estoy por empezar una tanda de Ejercicios Espirituales para religiosas y ha llegado a mis manos un libro muy simpático que se llama: «El Evangelio del Zapatero», un libro basado en los Evangelios y el modelo de meditación propuesto por San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales, que son los que siempre me ha gustado seguir como base de las reflexiones que comparto en esta clase de retiros.

Este relato creativo, salido de la pluma de Daniel Brent, un escritor americano del que apenas tengo noticias, nos presenta el testimonio de un humilde zapatero de Cafarnaúm que tuvo varios encuentros personales con Jesús, que le cambiaron la vida. “El Chanclas” —apodo que el escritor pone en boca de Jesús para este personaje— comparte con nosotros sus memorias respecto a lo que vio y escuchó en compañía de María, la Madre de Jesús, y de los Apóstoles. 

Destino: Cafarnaúm Época: Alrededor del año 30, d.C. Equipaje: Imaginación, mucha curiosidad y deseo de profundizar en tu fe. Mediante una ingeniosa imaginación, el Brent nos transporta al primer siglo y nos conduce a lo largo de una inspiradora jornada que nos lleva hasta las orillas del Mar de Galilea, cuando la cristiandad apenas comenzaba. Allí, nos presenta a Jesús de Nazaret y el impacto que tuvo en las personas de su época, desde su bautismo en el Jordán hasta su aparición a los peregrinos de Emaús. El estilo del relato es fascinante y nos lleva rápidamente a los años terrenales de la vida ministerial de Jesús y a los múltiples efectos que tuvo en las personas que lo conocieron. SEl mundo imaginario que el autor recrea del siglo I en las costas del Mar de Galilea es un pintoresco lugar para encontrarse con el Maestro que trae amor, alegría y sentido a la gente común que son irresistiblemente atraída hacia él.

Al leer este libro, uno se ve inspirado a preguntarse : ¿Qué es lo que Jesús significa para mí? El libro está disponible en español e inglés.



Daniel Brent,
"El Evangelio del zapatero",
Ed. Loyola Press,
Chicago 2006,
270 páginas.

«La meditación de Thaïs»... De la ópera más famosa de Jules Massenet

Jules Massenet (1842-1912) es un compositor francés que fue famoso por sus óperas, muy populares a finales del siglo XIX y principios del XX y de gran influencia en compositores posteriores como Debussy, Leoncavallo o Puccini. sus cerca de 30 óperas eran ampliamente representadas en los escenarios más importantes del mundo.Sus cerca de 30 óperas fueron ampliamente representadas en los escenarios más importantes del mundo.

Massenet compuso, entre sus obras, la ópera Thaïs en el año de 1894 y quiero invitar a mis seis seguidores a escucharla esta semana. Esta composición está basada en una novela de Anatole France que lleva el mismo nombre y que está basada en la vida de Santa Thaïs, una hedonista cortesana de Alejandría seguidora de Venus y luego convertida al cristianismo. 

El momento más famoso de esta esplendida ópera es el intermezzo sinfónico para violín solista y orquesta: «La Meditación de Thaïs», ejecutado entre las escenas del segundo acto. Se trata de acompañar un tiempo de meditación que practica Thaïs ante la propuesta del monje cenobita Athanaël, dispuesto a convencerla de que deje su vida disoluta, dedicada al placer, para encontrar la salvación en Dios. «La meditación de Thaïs» suele interpretarse por separado, como obra de concierto.

Ciertamente que Massenet, fue un autor altamente prolífico, hoyestá algo postergado y poco se sabe de él fuera de esta obra. Músico precoz, de quien se llegó a decir que a los cuatro años era capaz de tocar algunas sonatas de Beethoven, ingresó al Conservatorio de París a los 9 años, después de recibir las enseñanzas de su madre.

A los 22 años recibió el Premio de Roma, lo que le permitió pasar tres años en Italia perfeccionándose. Ahí conoció a Franz Liszt, que por esos años disfrutaba allí de una reconfortante luna de miel en compañía de Marie d'Agoult. El gran maestro húngaro le encargó que le diera lecciones a una de sus más distinguidas discípulas porque ya no daba abasto con tanto alumno que tenía. La discípula distinguida se llamaba Louise Constance de Gressy, y era conocida como "Ninón" en su círculo íntimo. Dos años después, de tanto ir y venir con la música, profesor y alumna terminaron contrayendo nupcias en 1866.

Cuando Massenet murió, el 13 de agosto de 1912, el New York Times publicó al día siguiente que se había ido "el último de los grandes creadores de melodías". 

Los dejo escuchando «La meditación de Thaïs»:



Cápsula Bíblica 908

Jesús nos enseñó a llamar Padre a Dios, y Juan nos dijo que Dios es Amor; sin embargo, ya en el Antiguo Testamento encontramos manifestaciones de estos atributos de Dios. Los Salmos y los Profetas nos ofrecen abundantes muestras de la actitud paternal y amante de Yahvé para con su pueblo: "El me invocará: Tú, mi Padre, mi Dios y roca de mi salvación" (Sal 88, 27). "Cuando Israel era niño, yo le amé, y de Egipto llamé a mi hijo... Con cuerdas humanas los atraía, con lazos de amor, y era para ellos como los que alzan a un niño contra su mejilla, me inclinaba hacia él y le daba de comer" (Os 11, 1.4). "Porque tu esposo es tu Hacedor... En un arranque de furor te oculté mi rostro, pero con amor eterno te he compadecido" (Is 54, 5.8).

A Dios hay que darle lo mejor...

"Maldito sea el tramposo que, teniendo en su rebaño un toro, luego de prometérmelo, me sacrifica una bestia raquítica. Porque el Rey grande soy yo, y mi Nombre será respetado en todas las naciones, dice Yavé de los Ejércitos" (Mal 1,14).

sábado, 10 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 907

Quien haga una lectura pormenorizada de los libros del Antiguo Testamento, sin duda que se topará, en algunos momentos, con un Dios que nos resulta un poco extraño, molesto y difícil de comprender, pero si lee más y más, llegará a descubrir a ese Dios cercano, coincidente en muchos aspectos con el Dios que encontramos en el Nuevo Testamento. Es el mismo Dios, que siempre ha acompañado a su pueblo y que sigue a nuestro lado.

La ayuda nos viene de Dios...

"Porque contamos con la ayuda que nos viene del cielo, y con ella nos hemos librado de nuestros enemigos, y éstos fueron humillados" (1 Mac 12,15).

viernes, 9 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 906

La Biblia, como libro o conjunto de pequeños libritos, es una muestra de la literatura universal. Por lo que hace a la forma, la prosa hebraica manifiesta notable perfección... Maravillosos son el ritmo de toda la prosa bíblica y la maestría con que las frases se concatenan. La narración fluye serena y límpidamente en cualquiera de los escritos, y el autor hebreo sabe unir con valentía suprema la concisión sentenciosa con la máxima transparencia. En cuanto a la poesía, hay un estilo poético de brillantes calidades, unidas a una riqueza prodigiosa de imágenes, esculpidas con certero buril y de efectos maravillosos con una continuidad impresionante desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento. Este valor literario se ha manifestado en cuanto que muchos de los escritos bíblicos se han convertido en modélicos para las literaturas posteriores.

Un amigo fiel es un tesoro...

"Un amigo fiel es poderoso protector; el que le encuentra halla un tesoro" (Eclo 6,14).

jueves, 8 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 905

Los libros de la Biblia han sido estudiados, sobre todo, por su carácter religioso; se puede decir que un estudio sistemático de su valor literario es más bien reciente y es muy rico. Fuera de algunas tentativas aisladas en los siglos anteriores, el estudio de la Biblia como literatura es iniciativa de la última parte del siglo XIX y, sobre todo, del siglo en que estamos y es muy interesante para los que estudian literatura.

Una sociedad que desconoce a Dios...

"Porque mi pueblo está loco, me ha desconocido. Son hijos necios y no son inteligentes: sabios para el mal, ignorantes para el bien" (Jer 4,22).

miércoles, 7 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 904

La Biblia es el libro generacional de un pueblo y de la vivencia de la fe. A lo largo del Pentateuco y de los libros históricos se nos informa sobre el origen, desarrollo y vicisitudes del pueblo hebreo; e igualmente se registra en él la alianza que Dios hace con ese pueblo predilecto en el que nace Jesús, nuestro Salvador. Allí se narra también el diálogo de rechazo y perdón originado por las frecuentes infidelidades del pueblo elegido. Para percatarse de ello se puede echar un vistazo al marco histórico y geográfico dentro del que nace y se desarrolla la Biblia.

Una numerosa descendencia...

"Y sacándole fuera le dijo: «Mira el cielo, y cuenta, si puedes, las estrellas; así de numerosa será tu descendencia»" (Gn 15,5).

martes, 6 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 903

Hay que acercarse a la Palabra de Dios con una actitud abierta, dispuestos a ser interpelados por ella. Lo peor que le puede suceder a alguien es acercarse a la Biblia con ideas preconcebidas, pretendiendo hacerle decir a la Biblia lo que la persona quiere que diga y no lo que Dios nos quiere decir por medio de ella.

Bendigamos al Señor...

"¡Bendice, alma mía, a yahvé! ¡Yahvé, Dios mío!, tú eres grande, estás revestido de majestad y esplendor" (Sal 104,1).

lunes, 5 de agosto de 2013

Cápsula Bíblica 902

Para disfrutar bien de la lectura de la Bibloia, si se es principiante, es necesario disponer de una Biblia adecuada que contenga suficientes introducciones, notas, títulos y subtítulos orientadores, que ofrezcan condensado el estudio de los especialistas y faciliten la comprensión del mensaje. Hay ahora muchas traducciones que ofrecen recursos que ayudan a adentrarse en la lectura, estudio y meditación personal o en grupo.

La salud del mundo...

"Los muchos sabios son la salud del mundo; y un rey prudente, la prosperidad de su pueblo" (Sab 6,24).

domingo, 4 de agosto de 2013

«EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA»...

Robert Fisher fue un escritor del que ya he recomendado un libro: "El búho que no podía ulular" y de quien ahora esta semana que estoy en estas tierras que lo vieron nacer, quiero hablar de su primer libro, «EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA» —que leí hace ya un buen tiempo y que en la línea de libros de motivación y autoayuda, ha vendido millones de ejemplares por todo el mundo—. Fisher nació en Long Beach, California, la tierra en donde ahora paso unos días. A los 19 años de edad comenzó a escribir guiones para cómicos de la talla de Groucho Marx, Lucille Ball, Bob Hope, George Burns o Alan King y ha sido autor y coautor de más de 400 programas radiofónicos de comedia y cerca de 1200 programas televisivos. Este hombre obtuvo el premio Emmy por la serie “Danny Thomas”, además de los premios Sylvania y St. Christopher en el género “Mejor comedia del año”. Sus obras de teatro y musicales también han cosechado excelentes críticas y numerosos galardones. Como escritor se vió acompañado de otros éxitos como El caballero silencioso y otros relatos, El búho que no podía ulular y El gato que encontró a  Dios (escritos en colaboración con su esposa Beth Kelly). Falleció el 26 de septiembre de 2008.

La historia de «EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA» es capaz de despertar la imaginación de una manera fantástica y de conectar con el lector de una forma muy profunda. Se trata de una fantasía adulta que simboliza la ascensión de todo ser humano por la montaña de la vida. Es fácil que uno se sienta reflejado en el viaje del caballero, un viaje que esta plagado de esperanzas, de ilusiones y desilusiones, de lágrimas y de risas. Las profundas enseñanzas contenidas en este libro son impartidas con un toque de un humor muy sutil. «EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA» es mucho mas que un libro, es una experiencia que expande la mente, que llega al corazón y alimenta el alma.

El libro enseña al lector, de una forma muy amena, que hay que liberarse de las barreras que  impiden conocerse y amarse a uno mismo para poder capaces de dar y recibir amor. El autor va desarrollando el proceso de cambio de un ser humano que no expresa sus sentimientos. El protagonista, un caballero deslumbrado por el brillo de su armadura, a pesar de ser bueno, generoso y amoroso, no consigue comprender y valorar con profundidad las cosas que suceden a su alrededor. Su armadura se va oxidando hasta que deja de brillar y no puede quitársela. Prisionero de sí mismo, emprende entonces un viaje al final del cual, gracias a la ayuda de diversos personajes, logra sacarse la armadura oxidada.

«EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA» es un best seller que no hay que perderse y del que por algo se han vendido más de un millón de copias en todo el mundo, teniendo un gran impacto tanto en niños como en personas mayores. Sin duda, es una de esas historias que cautivan al lector desde el primer momento, no sólo por su sencillez narrativa, la intensidad de sus diálogos y personajes o por su sentido del humor, sino por las profundas verdades que encierra, tanto para los adultos, como para los más jóvenes. Pocos relatos como éste abordan tantas realidades importantes para la vida en tan breve espacio, permitiendo una lectura rica y plagada de contenido práctico para la cotidianeidad de quien se acerca al texto.

¡Disfruten la lectura si no lo han leído o léanlo nuevamente! ¡No se arrepentirán!


«APPALACHIAN SPRING»... el asombro de Aaron Copland delante de la belleza de la vida

El viernes por la mañana aterricé en el aeropuerto John Wayne del Condado de Orange en California, que entre sus características tiene la de poseer una de las pistas más cortas de los Estados Unidos. Pasaré acá lo que resta del verano. Llegué dando gracias a Dios y pensando casi de inmediato en uno de mis compositores favoritos de este país vecino, Aaron Copland (1900-1990), de quien ya he hablado en otra ocasión.

Celebrando hoy el XXIV aniversario de mi ordenación sacerdotal, decidí que, como regalo, la música de esta semana fura una obra compuesta por Aaron Copland y entonces comparto con mis 6 seguidores una de las más bellas páginas de la música del siglo XX. Se trata de la suite «Applachian Spring» (Primavera apalache), compuesta entre 1943 y 1944 y concebida inicialmente como un ballet, que luego, con una adaptación para orquesta que hiciera al año siguiente de su composición, lo llevaría a ganar el prestigioso premio Pulitzer alcanzando la fama internacional. Esta pieza constituye la obra más popular de Copland, junto a Fanfare for the Common man (Fanfarria para el hombre corriente) y el ballet Rodeo.

La concepción de la obra como ballet, hace que tenga, desde el principio, un carácter descriptivo. Intenta describir la vida de los primeros colonos y lo que allí encontraron: el espectáculo de los Apalaches en primavera junto a la fascinación ante el espectáculo de la naturaleza en plena ebullición en un lugar privilegiado como es la Cordillera de los Apalaches, acá en los Estados Unidos.

Por supuesto que esta admiración de Copland frente a la naturaleza no es única en la historia de la música. No faltan ejemplos de esta subyugación ante el espectáculo que ofrece la naturaleza en obras de Beethoven, Vivaldi, Haydn, Strauss, Berlioz… y muchos más, pero, ésta,es especial, porque no es una admiración exclusivamente artística. ¿Quién, frente a un espectáculo natural, montaña, bosque, mar, cielo estrellado… no ha sentido la admiración que Copland expresa en su música? Me atrevería a decir que todo el mundo ha sentido de una manera u otra esta fascinación que lleva de forma inevitable a una pregunta: ¿De dónde nace esta belleza? ¿De dónde nace este orden de la naturaleza? Y entonces, la escucha de la música nos eleva a Dios muy al estilo en que solía meditar la beata María Inés Teresa del Santísimo Sacramento, entre otros.

Gracias a la Familia Misionera fundada por esta beata mexicana soy sacerdote misionero de Cristo y estoy gozoso por estos 24 años de vida sacerdotal que abren un año de júbilo en mi corazón. Con ella y Aaron Copland quiero festejarlo ante el espectáculo que evoca esta música, y frente a todo lo que existe, meditando algo que escribió la beata María Inés: “Cantaré Señor, tus misericordias. Las cantaré también en la deliciosa frescura de las brisas perfumadas, en la dulce nostalgia de una noche estrellada, en la majestad de los bosques, en la paz y silencio de los campos, en la hermosura de los sembradíos, en la inmensidad de las montañas, en la profundidad de los precipicios, en todo aquello en donde se ha detenido la mano de Dios, dejándonos su vestigio, su huella luminosa”. 

Estoy de fiesta, y los invito a estarlo también, asombrándonos de la belleza de todo lo que existe y que nos deja ver lo que late detrás de eso, de esa apariencia, de esa grandeza: la Belleza que sostiene la vida, la Belleza que es Dios.

Disfruten de estas tres interpretaciones: